Lo que muchos temían y otros tantos daban por hecho adquiere ahora carácter científico: las estrellas internacionales del pop y del rock tienen más del doble de posibilidades de morir prematuramente que el resto de la población. Esto es lo que concluye una investigación de científicos de la Universidad John Moores en Liverpool (norte de Inglaterra), que ha estudiado la vida de más de mil profesionales estadounidenses y europeos del mundo de la música que saltaron a la fama entre los años 1956 y 1999, esto es, desde Elvis Presley hasta Eminem.
Los expertos, que aseguran que las estrellas musicales afrontan un mayor riesgo de muerte en los primeros años de fama, proponen que se hagan más estudios sobre la influencia de estos artistas en sus seguidores en un artículo que publica hoy la revista científica "Journal of Epidemiology and Community Health". En su investigación, los autores descubrieron que, entre los dos y los veinticinco primeros años de fama, el riesgo de muerte es hasta tres veces mayor en los artistas que en el resto de la población.
Además, los expertos de Liverpool aseguran que, entre 1996 y 2005, murieron en torno a cien estrellas de pop y que el número de fallecimientos de artistas estadounidenses es el doble que el de europeos. "Las estrellas de pop -explican- pueden estar sometidos a elevados niveles de estrés en entornos donde el alcohol y las drogas están al alcance de la mano, lo que propicia que haya un mayor riesgo de que se tengan comportamientos que puedan dañar la salud".
"La colaboración entre las industrias sanitaria y musical debería centrarse en mejorar la salud de las estrellas del pop y su imagen como modelos para muchos seguidores", añaden los investigadores. En este sentido, los científicos afirman que las sobredosis de drogas y los problemas relacionados con el alcohol están detrás de más de un cuarto de las muertes prematuras de estrellas de la música de EEUU y Europa.
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